miércoles, 16 de octubre de 2013

Huyendo de la oscuridad

Cuando el hombre despertó, empezaba a anochecer. Siempre anduvo huyendo de la oscuridad. Así que, de nuevo, se metió en la cama, se abrigó contra sí mismo y eligió, de entre tantos, un sueño confortable. Tal vez allí, ensimismado en su propio laberinto, encontró la luz. Porque nunca más despertó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario