lunes, 23 de diciembre de 2013

Dormir

Cuando despertó, se prometió a sí mismo que nunca más dormiría. Le parecía una pérdida de tiempo. La vida era breve y había que aprovecharla al máximo. Dormir, sí. Solo lo imprescindible. Se puso a pensar en cómo aprovecharía a partir de ahora tantas horas disponibles a su libre albedrío. De momento, no adoptó ninguna decisión. Había que estudiar todas las posibilidades antes de optar por una concreta. Se desbarató tanto la sesera yendo de aquí para allá que acabó sumido en un profundo sueño. Cuando despertó, se prometió a sí mismo que nunca más dormiría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario