viernes, 10 de agosto de 2012

Mario Vaquerizo: “No quiero jamás volver a ser un niño gordo”

Periodista, marido de Alaska, vocalista del grupo Nancys Rubias, manager de Elsa Pataky y agente de prensa de Leonor Watling, publica el libro Haciendo majaradas. Diciendo tonterías, título basado en el verso de una canción que compuso Nacho Canut. Una autoentrevista, artículos periodísticos que abordan distintos aspectos biográficos y preguntas a sus amigos describen cómo es el autor de esta obra.

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FOTO: MIGUEL ÁNGEL LEÓN

—Como Oriana Fallaci o Truman Capote, también practica la autoentrevista, según usted uno de los géneros periodísticos más difíciles. ¿Tanto le cuesta preguntarle a su otro yo?

—La entrevista es el género periodístico más manipulador. Me pregunto lo que quiero y contesto lo que quiero.

—Le propusieron escribir ficción, pero ni se considera escritor ni quiere serlo. ¿Encontró en la autobiografía un género donde mejor documentarse y mejor nadar?

—Esta colección de artículos periodísticos, que es lo que sé hacer, se ha convertido en mi autobiografía, pero no es una autobiografía 100%, porque mi vida tiene muchas más cosas que contar.

—Cuando estudiaba Periodismo era un empollón, hasta que un día se dio cuenta de que en esta profesión la experiencia vale más que los sobresalientes.

—En la calle y en el contacto del tú a tú, es donde encuentras la salvación a todo y el conocimiento.

—La primera entrevista que publicó fue con Alaska. ¿Cómo se enamoró de usted con lo mala que fue aquella incursión en el género?

—Alaska se enamoró de mí cuando realmente se conoció, que fue dos años más tarde. Lo mismo que me pasó a mí con ella.

—Hace un balance de su vida y observa que no ha hecho otra cosa que invertir en usted mismo. Tal como está la economía, ¿le ha salido rentable?

—Muy rentable. Quien siembra, recoge. No hay que quejarse tanto. El miedo es paralizante.

—Es un frívolo empedernido, aunque a veces acaba siendo un tanto profundo. Lo cierto es que la intensidad le da alergia.

—Sí, pero también me da alergia la frivolidad por la frivolidad. Soy aristotélico y creo que la virtud está en el justo medio.

—Le obsesionan o le gustan los “puticlubs”, los bares de carreteras, las tiendas de “todo a 100”, los calendarios de fulanas y las figuritas de la Virgen de Lourdes que brillan en la oscuridad. ¿No le ha pedido ningún milagro?

—Me lo ha concedido. Soy devoto de la Virgen de Lourdes por experiencia propia.

—Dice en su libro que nació un 5 de julio de 1974 en Madrid. Wikipedia dice que nació en Lora del Río, Sevilla.

—Mentira. Odio la Wikipedia. Eso no es una enciclopedia. Es un patio de porteras. Quien quiera saber de mí que me pregunte cara a cara. La que es de Lora es mi madre.

—Le atrae la delgadez extrema. Un día de 2003 se hizo liposucción de tripa, extracción de las bolas de Bichat y reducción de papada. ¿Qué se dijo cuando se vio en el espejo?

—Por fin estoy camino de ser el chico que quiero ser.

—Ahora solo se permite la cerveza y un atraco al Buger King cada dos meses.

—Sí. Por sentido común. No quiero jamás volver a ser un niño gordo. Eso me producía inseguridad.

—Es vocalista de Nancys Rubias, un grupo de pop electrónico que no sabe tocar instrumentos ni quiere aprender. Y después se enfada si no les toman en serio.

—Claro. Porque estoy en contra de los fundamentalismos. Estamos en el siglo XXI. Tocar lo puede hacer cualquiera. Yo no quiero perder el tiempo en aprender a tocar un instrumento.

—Le gustaría ser gay. Reconoce tener pluma. Se confiesa bisexual teórico y estético y lleva casado con Alaska doce años. ¿Qué es lo que no entiendo?

—Es tu problema.

—No ha ido a La isla de los famosos porque el sol le dañaría la piel. ¿En verano también evita las playas?

—Evito siempre las playas. El sol no sienta bien a mi piel. La piel tiene memoria.

—“Yo no me follo a un mito, ¿eh? Yo me follo a mi mujer”. ¿Y ella qué dice?

—Está encantada de la vida de que así sea.

—Manager de Elsa Pataky. Agente de prensa de Leonor Walting. ¿Y después me dice que Fabio McNamara es “la obra de arte humana más perfecta que existe?

—Por supuesto. Fabio es dios.

—Yo, como usted, siempre he visto la entrevista como el mejor ejercicio terapéutico para el entrevistado. ¿Cómo se siente ahora que hemos terminado?

—Pues muy contento. Me encanta que me hagan entrevistas. Siempre descubro algo en mí a partir de preguntas de terceros.

Publicada en el diario Córdoba el 26 de mayo de 2012

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