jueves, 7 de noviembre de 2013

Hoy

Cuando despertó, no había amanecido y la ciudad estaba vacía. Se vistió con la ropa de ayer, tomó un vaso de zumo de naranja y bajó a la calle. Encendió un cigarrillo, aunque ya apenas fumaba, y comenzó a andar. Los primeros rayos de sol le deslumbraron. Entró a un bar a tomar un café. Mientras el camarero le servía, hojeó el periódico. Pasando las páginas del diario, todos los días le parecían iguales. Pensaba que el hombre había inventado el periodismo para mantenernos a todos despistados de la realidad. Conforme pensaba, sonreía, porque a él mismo le sorprendían sus propias divagaciones. Pensó también que hoy sería un buen día para no ir al trabajo. Un día libre, se dijo. Planificó hasta el último detalle y entendió que un día solo ponía límites a sus sueños. De momento, pagó el café y emprendió de nuevo el camino. Todavía no sabía adónde ir, pero no desistió en el empeño. Y mañana, ya vería. Le quedaban muchas cosas por hacer hoy, y los días son muy cortos.

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