martes, 9 de octubre de 2012

Juan Gómez-Jurado: “Mi única religión es que el lector se lo pase bien”

Pionero en apostar por el libro electrónico, ha vendido cuatro millones de ejemplares en papel y a Hollywood le gustan sus historias. Ahora publica su última novela: La leyenda del ladrón. El joven Juan Gómez-Jurado cuenta en su nueva novela, ubicada en Sevilla a finales del siglo XVI, cómo un niño pierde a su familia durante una epidemia de peste a la que él logra sobrevivir. Miguel de Cervantes, comisario de abastos del rey, alcanza a salvarlo de esa enfermedad que no logra fulminarlo. Ahí comienzan las aventuras.

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FOTO: MIGUEL ÁNGEL LEÓN

—Cuatro millones de ejemplares vendidos. ¿No le han propuesto un cargo ejecutivo en Bankia?

(Ríe). No me hables de Bankia, que eso sí que es una leyenda de ladrones.

—En su novela hay un rey y un Estado que debe dinero a los banqueros. Su protagonista llega a robar a la mismísima Casa de la Moneda. ¿Se inspira en la actualidad para recrear la historia?

—Yo creo que la actualidad se acaba metiendo por todos los recovecos de la historia, o tal vez es que no hemos cambiado nada.

—“No es casualidad que los malos de mi novela sean un duque y un banquero”. ¿Tan mala fama tenían ya en el siglo XVI?

—Los banqueros han tenido mala fama siempre y por sobrada razón. Todavía estoy por encontrarme a un banquero que sea buena persona.

—Se dice de usted que es el Ken Follet español. ¿Le molesta o le agrada?

—Para mí, es un honor que me comparen con alguien a quien admiro. Pero te diré que una vez se lo conté a él y me dijo: “Oye, oye, más despacio. A ver si me van a acabar llamando a mí Juan Gómez-Jurado”.

—Ken Follet fue el culpable de que se enganchara al vicio de la escritura con sus libros. ¿No teme que alguno de sus lectores corra la misma suerte?

—No solo no lo temo, sino que ojalá pase. Que algún día, dentro de veinte años, se me acerque un chaval a mí y me diga: “Yo me animé a escribir porque leí La leyenda del ladrón”.

—En 1587 Sevilla era la ciudad más importante del mundo. ¿Por eso se vino aquí a escribir su novela?

—Efectivamente, toda La leyenda del ladrón transcurre en Andalucía, que es un lugar en el que es bueno perderse siempre y en cualquier época.

—Hollywood tiene planes para adaptar alguna de sus obras a la gran pantalla. Veo que no pierde el tiempo.

—La verdad es que los que no pierden el tiempo son ellos porque, efectivamente, estamos trabajando para convertir varias de mis novelas en películas.

—Ahora los jóvenes saben que Cervantes estuvo preso en Argel y encabezó revueltas de esclavos le escriben diciendo que han aprendido mucha historia con usted.

—No hay nada más bonito que un lector te escriba para decirte que ha aprendido algo. Mejor dicho, que te diga que ha llegado tarde a trabajar por tu culpa o que se le ha pasado la parada del metro porque estaba muy enganchado a la lectura.

—¿Pero no le sorprende que los jóvenes no sepan nada de Cervantes?

—Bueno, no me sorprende porque muy poca gente se ha atrevido a tratarlo en el cine o en la literatura. Ha sido muy divertido crear un juego literario dentro de La leyenda del ladrón con él como personaje secundario.

—Fue pionero en apostar por el e-book. ¿El libro electrónico es el futuro a los precios que tiene?

—El futuro de la lectura es el lector. Allá donde quiera él leer los libros y en el formato que quiera.

—Tiene 130.000 seguidores en Twitter. ¿Las redes sociales ayudan a vender libros?

—Las redes sociales ayudan a socializarse y socializarse es bueno porque te ayuda para todo. Muchos de los que me siguen no son lectores de mis libros e igual solo les divierte que critique al Gobierno de cualquier signo.

—Fue uno de los detractores de la Ley Sinde. Incluso mantuvo un rifirrafe tuitero con Alejandro Sanz. ¿No juega contra sus compañeros?

—Mi primera prioridad es el lector. Mi última prioridad es el lector. Y mi única religión, que se lo pase bien. Eso es lo único en lo que tengo que pensar.

Publicado en el diario Córdoba el 22 de agosto de 2012

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