viernes, 26 de abril de 2013

Retrato robot del desempleado español

¿Ayudan las estadísticas a hacer el retrato robot del desempleado español en estos momentos? Leo la prensa y hago mis propias acotaciones. Su perfil es el de un hombre, aunque también afecta a muchas mujeres; soltero, aunque tampoco escapan a esta epidemia que se extiende como el aceite el casado o el divorciado, aquí el sistema no establece diferencias; con estudios secundarios, aunque también conocen esta lacra titulados universitarios y también quienes nunca abrieron un libro en su vida, así como doctores –aquí no se incluye a los médicos y otros sanitarios, de momento-; procede del sector de la hostelería o la construcción, y bien puede ser albañil, ingeniero o arquitecto, si bien se han visto afectados por la tormenta periodistas, periodistas, periodistas –tal vez todavía quede alguno con trabajo, pero es cuestión de tiempo, admiten los gurús.



El perfil del parado es bastante estrecho, según los analistas, aunque el número de personas afectadas por el síndrome se amplía cada día. Es de gesto huraño, no se le conoce la sonrisa, ha olvidado qué son unas vacaciones con dinero, en muchos casos vota al Partido Popular –varía según provincia-, es indolente, generalmente no practica el escrache, tampoco cree en la revolución, poco a poco también va dejando de creer en la democracia, si un día dejara de votar crearía tal vacío en la teoría política que ningún político se para a pensarlo, es de estatura media, aunque dicen que está dejando de crecer, le mengua poco a poco la barriga cervecera, no sabe de qué va el sistema capitalista, hace ya un tiempo que dejó de entrar en los bancos, un día tal vez se le prohíba incluso la entrada. Nunca se sabe. El sistema se regenera a cada instante.

Pero este desempleado medio ya no tiene instantes. Cualquier día desespera y lo manda todo al carajo, rompe las estadísticas y falsea las expectativas de los ricos, que lo tratan como alimaña. Un día de estos se deja llevar, si no ustedes lo van a ver, y le da por escribir la historia a su modo. Pero a los analistas les da la impresión de que para que esto ocurra todavía falta tiempo o que alguien apriete más las tuercas. Ya se verá. Todo es cuestión de que al alguien desespere del todo. Al tiempo.

Si lo desea, puede compartir este contenido:

No hay comentarios:

Publicar un comentario