jueves, 28 de febrero de 2013

Un oficio que se nos va

La crisis financiera y económica que nos ahoga –hay quien la denomina estafa- ha dilapidado de un solo golpe certero y efectivo una profesión con dos siglos de historia que ha escrito con desaciertos y efectividad la historia de la humanidad que como nunca, hasta ahora, se había hecho.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Los primeros sorprendidos ante esta hecatombe, por absurdo que parezca, han sido los propios periodistas. Hay quien se pregunta todavía cómo pudo ocurrir y cómo hemos dejado que nos arrebaten un derecho –el derecho de informar-. Que no solo era nuestro patrimonio, sino el patrimonio de todos los ciudadanos. Pero no nos debería sorprender.

Durante todo el siglo XX hemos andado litigando de qué va esto del periodismo, si es profesión u oficio, y si merece el título de egresado universitario. Aún resisten, pese al paso del tiempo, las asociaciones de la prensa, que habían nacido como herramientas de beneficencia para echar una mano a un puñado de locos que morían de hambre pero que cada mañana nos traducían el diagnóstico de nuestra vida más actual y nos cotejaban un futuro difícil de dibujar en los manuales de historia que todavía no estaban escritos.

Los colegios profesionales aún no están consolidados, en algunas comunidades autónomas españolas ni se han creado, y su paraguas protector parece hoy tan frágil que cualquier viento sinuoso que puede tumbar de un soplo el tenderete que durante tantos años habíamos soñado como salvaguarda de una utopía ya desdibujada.

Pulsa aquí para continuar leyendo este ensayo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario