miércoles, 18 de septiembre de 2013

La noche

La noche tiene hoy el color indescifrable de la desidia, el color desordenado de la infamia. Busco la aritmética del éxito. Y solo hallo hojas quemadas alrededor. Cuando tus ojos alumbraban las sombras, no quería el sol de la mañana, y no me importaba tenderme a tu lado y descifrarte mis soledades, una a una, como si mi corazón fuera una alcachofa recién arrancada de la mata. La noche tiene ahora demasiados escondrijos a mis espaldas. Y el día es un océano bravo imposible de navegar.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Me quedo a veces contemplando lo que fuimos, lo que ya nunca será. Sé que tú eras feliz aquí. No sé por dónde andarás que no te huelo ni por qué te fuiste, ni qué dolor exigirás a tu alma para poder olvidarme, ni qué dicha serás capaz de perseguir en los infiernos por tal de que el fuego invada cada célula de tu cuerpo. Mi infección, por el contrario, no encuentra diagnóstico ni paliativos. Tampoco el contagio es posible. Viviré al menos para contar que un día tú estuviste aquí, mirando el vacío de la noche, el hueco inexistente de la ausencia definitiva. Mientras tanto, ando huyendo del abismo, para no caerme, para saber que puedo existir sin ti, incluso sin mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario