Ahora quédate. Mañana haz el equipaje. Si duermo, no me despiertes. Cierra la puerta. Llévate la llave. Cuando vuelva, si no estoy, no dramatices. Igual he salido a tomar dos copas. O he emprendido un viaje para encontrarle los vértices al mundo. Ya sabes que suelo volver a esta casa. En realidad, siempre vuelvo. No podría refugiarme en otro lugar. Pero a veces la vida, con otro lenguaje, me confunde.
Me gusta estar aquí y me gusta andar sin saber adónde ir. Estoy solo. Ya sabes. Y me da por salir. Por escuchar. Porque me escuchen. A veces, eso es todo. Tampoco me gusta dormir solo. Uno se aburre. O le gusta divertirse. Qué más da. Cuando salí no había nadie en casa. No tenía a nadie a quien decir ahora vuelvo. Me dio la impresión de que tenía tiempo libre.

Me gusta estar aquí y me gusta andar sin saber adónde ir. Estoy solo. Ya sabes. Y me da por salir. Por escuchar. Porque me escuchen. A veces, eso es todo. Tampoco me gusta dormir solo. Uno se aburre. O le gusta divertirse. Qué más da. Cuando salí no había nadie en casa. No tenía a nadie a quien decir ahora vuelvo. Me dio la impresión de que tenía tiempo libre.
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