lunes, 5 de enero de 2015

Pilar Eyre: "El órgano sexual más potente es la imaginación"

Periodista y escritora, Pilar Eyre (Barcelona, 1951), enfermó de amor. Se le caía el pelo. Se le rompían las uñas. La novela que lo cuenta, Mi color favorito es verte, ha sido finalista del Premio Planeta 2014. Estudió Filosofía y Letras y Ciencias de la Información. Autora de numerosos libros, entre ellos Dos Borbones en la corte de Franco; Secretos y mentiras de la Familia Real o Ricas, famosas y abandonadas. Además de las novelas Todo empezó en el Marbella Club y Callejón del olvido.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

FOTO: Miguel Ángel León

- Una historia de amor. Una novela autobiográfica. ¿Encontró el callejón del olvido?

- Bueno, es una historia de amor, un chute de vida, y risa y lágrimas como la vida misma.

- Tres días de felicidad con un reportero de guerra. Como Romeo y Julieta. ¿Sabía que no había tregua posible?

- Fueron tres días de pasión absoluta, una identificación como no había sentido en mi vida. Una pasión desmedida que no hizo más que crecer con la ausencia, porque con la ausencia no tienes los escollos de la vida cotidiana. Y entonces es mucho más fácil amarse desaforadamente, que es lo que me pasó con Sébastien.

- Le envían a Siria. Le dan por desaparecido. Usted va en su busca. ¿Así nace la novela?

- La novela nace del hecho de que yo me haya encontrado una pasión que había estado buscando toda la vida. Tengo más de 60 años y no soy ningún angelito. Y a partir de este hecho, que solo se da una vez en la vida, yo he construido una novela. Es verdad. Se perdió. Lo estuve buscando. La novela explica también todas las búsquedas y mi desesperación por encontrarlo. Pero yo, más que saber quién era él o a qué se dedicaba, lo que más me interesaba era saber si me había amado de verdad.

- Su hijo Ferri, de 26 años, le animó a vivir y escribir la historia.

- No me animó a vivir la historia porque yo ya la había vivido, pero me animó cuando vio que yo estaba enferma der amor. Me dijo: “Tienes un argumento de puta madre. Siéntate delante del ordenador y cuéntalo”.

- El final es luminoso, dice usted. ¿Tratándose una novela de amor es posible?

- En el corazón nunca hay arrugas y la pasión no solamente te da vida, sino que también te da juventud.

- Él tenía 42 años. Usted pasa de los 60. ¿La edad nunca fue un obstáculo?

- El órgano sexual más potente que tenemos es la imaginación. Pero también cuentan los otros órganos.

- Enfermó de amor. Se le caía el pelo. Se le rompían las uñas. ¿Valió la pena tanto sufrimiento?

- Por supuesto. Estos tres días que pasé con Sébastien valen toda una vida.

- “Me da un poco de vergüenza lanzar esta historia tan íntima a la calle”. ¿Se encuentra con ánimos?

- Yo, cuando veo el libro en las librerías, me tapo los ojos porque, más que darme vergüenza por los lectores, me da vergüenza que lo va a leer la señora que me vende el pan todos los días, mi consuegra, la novia de mi hijo. Eso sí que me da timidez. Y pienso cómo he tenido las narices de escribir este libro.

- Durante años se dedicó a la prensa rosa. Algo muy difícil de hacer, según usted.

- Hay buenos y malos periodistas en todos los géneros. También en la prensa rosa. Pero también en la prensa política y en la prensa de deportes. Yo no creo en los géneros. Creo en buenos periodistas o malos periodistas.

- “Todos llevamos un pequeño Nicolás dentro”, dice usted. Pero a unos les crece cada día y a otros se les muere.

- La gente me para por las calles y me dice: “Felicidades por el Premio Planeta”. Y yo me doy cuenta que me callo, en vez de pensar que yo soy finalista y digo: “¿Ves? Todos llevamos un pequeño Nicolás dentro”. Pero, bueno, de todas formas ser finalista es un gran premio. Es el segundo premio más importante de las letras españolas.

- ¿Escribe ya nueva novela o espera a que otro hombre le inspire?

- La historia de Sébastien y mía todavía nos puede dar muchas sorpresas.

(Publicado en el diario Córdoba el 9 de diciembre e 2014)

No hay comentarios:

Publicar un comentario