sábado, 1 de agosto de 2015

Otro rostro en el espejo

La noche es clara, pero nos confunde la oscuridad. La noche acoge a los desamparados y a los que invocan a la tristeza como motor de inspiración. La noche es tierna como un bizcocho que se esponja en un café inexistente y se diluye en su propio ser. La noche es una naturaleza de fibras frágiles, un colchón reconfortante capaz de acoger todas las indecisiones del ser humano. Detrás no hay nada, pero a primera vista la oscuridad esconde una magia elaborada, esa sensación de estar solo en mitad de la nada y, a pesar de todo, sentirte capaz de sobrevivir a cualquier naufragio interior.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Más allá, si logras apartar la oscuridad que esconde aquel camino, encontrarás un refugio compartido, un espacio que pasa desapercibido al caminante y al intruso, y donde es posible navegar entre rocas y precipicios, sin rumbo, sin la necesidad de llegar a ninguna parte. Estar, sin más. Fuera del tiempo. Contigo. Mirando a la luna o adonde sea. Qué más da. Mirando para ver. Sin saber a dónde mirar.Tal vez al interior, donde nadie es capaz de entrar. Donde solo tú conoces el camino que nunca anduviste, por miedo a encontrar otro rostro en el espejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario