sábado, 20 de julio de 2013

La vida, siempre igual

Se quedó pensando si la vida, a partir de ahora, sería como lo fue hasta entonces. Estaba sentado en una terraza, detrás de un café cortado, esperando a que pasaran las horas y a que el calor le hiciera decidirse por abandonar aquel lugar. Aquella mañana, en principio, iba a ser como cualquier otra. Ningún indicio que anunciara males mayores o detectara aconteceres extraordinarios.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Siempre amó la aventura, pero nunca supo cómo acercarse a ella. Siempre pensó que la aventura era una contrariedad en sí misma, que era un hecho surgido del puro azar y que una vez metidos en ella el destino se encargaba directamente de qué hacer con nosotros. Nunca intentó descubrir si, en aquellos acontecimientos diferentes e idílicos, nuestra iniciativa cobraba alguna importancia.

Cada mañana baja al mismo bar, se sienta en la misma terraza y pide un café cortado, y luego espera a que su vida se vea violentada por aconteceres imprevistos o insospechados. Alguna vez compra el periódico y piensa por qué ese titular no habla de él y por qué en esa noticia no es él el protagonista principal. Su vida ha sido una sucesión de avatares cronológicamente programados y sin que nunca se haya detectado fallo alguno en su materialización.

Ahora, será por la edad, entiende que debe cambiar su actitud ante el porvenir. Sabe que no debe ni puede provocar acciones que no existirían por sí mismas si alguien no las creara, que tampoco puede diseñar un futuro a su antojo y, sobre todo que, si el devenir no les propicio, no será culpa suya, pues solo quien no se adapta a la medida de su traje vive siempre en la duda de, si andando desnudo por la calle, los demás se percatarán de tal entuerto.

Si lo desea, puede compartir este contenido:

No hay comentarios:

Publicar un comentario