sábado, 14 de septiembre de 2013

Un día...

Un día se convenció de que tenía que cambiar. Pensó que su vida anterior no tenía alicientes. Se abrió una cuenta en las redes, que antes rechazaba, comenzó a publicar fotos mostrando unas piernas bien bronceadas, un canalillo de vértigo y un cabello suelto y salvaje. Hasta ahora había sido muy pudorosa. Rechazaba ese tipo de imágenes que ahora ella muestra de sí misma. Ahora publica algunas observaciones de su vida íntima que antes nadie tenía acceso a ellas. Ahora, también de vez en cuando, bebía un gin tonic poco cargado. Tonifica, piensa para sí, por fin me incorporé al mundo moderno.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Abandonó los fines de semana encerrada en casa de los padres, y volvió al cuarto trastero ese empeño estúpido de encontrar al hombre de sus sueños. Sus ropas ya no eran tan recatadas, los perfumes eran afrodisiacos (los más afrodisiacos). No obstante, sugería más de lo que pretendía ofrecer, y en su mirada de oveja perdida los hombres creían encontrar el polvo loco de la semana. Y así fue. Al principio, le costó desvestirse, porque no solo dejaba al desnudo un cuerpo inmaculado y hermoso, sino también más de treinta años que no conocieron con frecuencia y desenvolvimiento los avatares impúdicos de la cama.

Se había revolcado nada más que con cuatro o cinco hombres, cuando comenzó a pensar que ninguno podría ser su hombre soñado. Y supo también que no estaba sola en aquel abrevadero de toros enardecidos por el sexo, sino que ese era el lugar común donde muchas otras mujeres acudían para apaciguar sus tormentos de pesadilla cada fin de semana. Se vio igual que las otras. O peor: no quería ser como cualquier mujer, sino distinta, como lo había sido antes de conocer los brebajes efímeros del placer gratuito.

Pero cuando de nuevo se encerró en su dormitorio los fines de semana, la vida se le quedó estrecha, y su vida anterior a esta estaba tan quemada que las cenizas del fracaso no le dejaban otear otras posibilidades. Fue ahí cuando alcanzó a entender que la vida podía ser fría y siniestra, incomprensible y absurda, pero también hermosa y fugaz. Pero sobre todo, que cada cual la debe amasar a su manera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario