lunes, 3 de septiembre de 2012

Adela Muñoz: “Harían falta muchos antídotos contra el veneno del amor”

Adela Muñoz Páez es catedrática de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla y vicedirectora del Instituto de Ciencia de los Materiales del CSIC-US de la capital hispalense. Su formación como investigadora la realizó en la Universidad Tecnológica de Eindhoven (Holanda) y el laboratorio de SRS, Daresbruy (Gran Bretaña), del British Research Council. Ahora publica Historia del veneno, un recorrido insólito desde la cicuta al polonio a partir de los envenenamientos más célebres.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
FOTO: MIGUEL ÁNGEL LEÓN

Historia del veneno. ¿Está en condiciones de asegurar a sus lectores que sobrevivirán a la lectura de este libro?

—Sin duda. Pero espero que se envenenen un poco con el gancho de la historia y un poquito con la química también.

—El cloro es responsable de que nuestra esperanza de vida se multiplique por tres. O sea, que lo más sano es beber agua del grifo o tragarse media piscina en verano.

—Mejor, el agua del grifo, porque está calculada la cantidad exacta imprescindible para matar todos los gérmenes y que no se alteren sus propiedades. La piscina podríamos beberla, pero es un poco más desagradable.

—Aunque, según usted, en el siglo XXI beber aguas que no estén limpias sigue siendo la primera causa de muerte en el mundo.

—Desafortunadamente, porque en África y en grandes zonas de Aisa mueren muchísimas personas, fundamentalmente niños, porque con el agua se están ingiriendo los gérmenes que les causan muchas enfermedades. Y digo desafortunadamente porque tenemos la tecnología y el conocimiento para que eso no sucediera.

—Se dice que hay amores que matan. Igual es cierto que en el amor hay algún elemento tóxico.

—Sí. Esa es una de las cosas que me estaba planteando, porque algunos síntomas de las hierbas alucinógenas no se diferencian mucho de la parte más virulenta de un envenenamiento.

—Si cada veneno tiene su antídoto, ¿por qué no inventan uno contra las secuelas del amor?

—Porque es un envenenamiento muy complejo. Me parece que harían falta muchos antídotos.

—Siempre pensé que doblar el gorro por envenenamiento era una muerte noble. Así murieron reyes y emperadores. Pero al parecer en España no existe esta tradición. ¿Es que somos más brutos?

—Quizás es que escribimos menos, porque los ingleses, que fueron envenenadores conocidos, lo dejaban todo anotado. Aquí, si mataban a algún rey, no lo dejaron escrito y quizás también somos más brutos, posiblemente.

—¿Cuál sería el veneno más soez?

—Muchos. El cianuro, quizás.

—¿Existen estadísticas de cuántos seres humanos se fueron al otro mundo por haber ingerido veneno? ¿O siempre hablamos de muertos ilustres?

—Existen estadísticas en Francia y en Inglaterra en lo que se dio en llamar la Época de oro del envenenamiento, en la primera mitad del siglo XIX. Por supuesto, estadísticas de los casos que se conocieron y que hubo condena.

—¿Existe algún fundamento para que todos pensemos que las mujeres se dan más maña en este arte de decirnos adiós con la pócima justa?

—Lo que es muy evidente es que en las muertes por otras causas –armas de fuego, armas blancas- son infinitamente más numerosos los casos en los que actúan hombres. En las estadísticas a las que me refería antes, las mujeres condenadas era en torno a un 60 por ciento.

—Hitler y Sadam Hussein utilizaban el veneno a lo grande. Es decir, ordenaron el uso de gases tóxicos.

—Sí. Sadam Hussein usó talio para matar a sus enemigos de alto nivel, pero usó gasarín, que da lugar a una muerte terrible, para matar a los kurdos. Sí. Por supuesto que tenía depósitos de gases tóxicos.

—Cleopatra se hizo morder por un áspid. Madame Bovary tomó una dosis de arsénico. ¿Tienen las mujeres una especial inclinación a despedirse de este mundo con métodos más dulces?

—No lo sabría decir. Tengo datos estadísticos de que, por ejemplo, muchos químicos y farmacéuticos han usado cianuro, lo cual es sorprendente porque el cianuro no da una muerte dulce precisamente.

—¿Qué veneno es el que menos huella deja en el cuerpo del cadáver?

—Un enema de agua destilada. En general, los venenos que tienen metales pesados son mucho más fáciles de detectar que otros que no lo tienen.

—¿Es Fidel Castro uno de aquellos políticos al que han intentado asesinar más veces?

—Posiblemente sí sea el que más veces han intentado matar.

Publicado en el diario Córdoba el 26 de junio de 2012)

No hay comentarios:

Publicar un comentario